Estados Unidos
En su primer discurso ante el Congreso, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió la derogación de la Ley de Chips & Science Act de 2022, una legislación que busca fomentar la industria de semiconductores en países como Costa Rica.
La ley, promulgada durante la presidencia de Joe Biden con apoyo bipartidista, incluye un paquete de $39 mil millones en subsidios para la manufactura de semiconductores, además de $75 mil millones en créditos federales para fortalecer la producción de estos componentes en Estados Unidos y en países aliados.
En su intervención, Trump criticó duramente la ley, calificándola de "horrible" y acusando a los destinatarios de los fondos de malgastar el dinero. "Estamos dando cientos de miles de millones de dólares y no significa nada. Ellos toman nuestro dinero y no lo gastan de manera efectiva", afirmó Trump al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. Además, sugirió que los recursos sobrantes deberían ser utilizados para reducir la deuda nacional.
La Ley de Chips & Science Act incluye entre sus objetivos la creación de programas de cooperación con países aliados como Costa Rica, para promover la producción local de semiconductores y disminuir la dependencia de China en esta industria crítica. En julio del año pasado, el entonces secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, anunció la creación de un centro de excelencia en semiconductores en Costa Rica como parte de la iniciativa de colaboración con América Latina, que también involucra a México y Panamá.
Los semiconductores son fundamentales en la fabricación de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, computadoras y otros productos tecnológicos, lo que asegura una demanda constante y la generación de empleos de alta calidad.
De concretarse la solicitud de Trump, los planes de inversión en Costa Rica y otros países aliados podrían verse gravemente afectados, lo que pondría en riesgo la estrategia de nearshoring y friendshoring impulsada por la administración anterior. Esto también abriría interrogantes sobre el futuro de la industria de semiconductores en la región.
Fuente: La República CR